Mas allá de Francia: Canadá
- C'est
quoi la francophonie?
Por Hugo Roberto Morteo
Algo que caracteriza Canadá es la diversidad cultural, y que en efecto está directamente relacionado con los eventos históricos en los que se vinculan, y al mismo tiempo se oponen estas dos culturas dominantes: La inglesa y la francesa. La historia de estas dos culturas que cohabitan en un mismo territorio se remonta a los primeros viajes de exploración hacia el nuevo mundo.
Canadá, antes de su conformación, fue visto por muchos como un páramo inhóspito, inexplorado y hasta un tanto salvaje, que a su vez desató la intriga de algunos intrépidos exploradores.
Entre los más destacados, Jacques Cartier y Samuel de Champlain quienes serían los encargados de documentar el territorio canadiense y sobre todo de ser portadores de la cultura francófona.
A partir de los viajes de exploración europeos, los cuales tenían por objetivo inicial buscar una ruta más corta para llegar a Asia y que al llegar a aquel mundo desconocido se encontraron con un lugar incluso más desconocido, dio origen a nuevas oportunidades. La idea de comenzar de nuevo en un mundo inhóspito lleno de riquezas que serían reclamadas como suyas, rápidamente se fue haciendo más fuerte en los países dominantes del mundo occidental, una fantasía imperialista y colonizadora que cada vez parecía ser más real.

La
lucha de poderes en el juego de la dominación europea siempre ha estado
presente entre Francia e Inglaterra, en donde han existido distintos conflictos
bélicos que han marcado la historia no solo de Europa, sino también de los
pobladores nativos del nuevo mundo. Los lazos que han creado a lo largo de los
años ambas comunidades lingüísticas con sus respectivas culturas de origen
convergen en diferentes puntos de la historia de Canadá. Es decir, se han
relacionado y al mismo tiempo opuesto la una a la otra, formando un tipo de
resistencia cultural mutua.
Desde su fundación como colonia, la comunidad francófona de Quebec ha afrontado un reto de supervivencia de carácter identitario, haciendo frente a la dominación política que ejercía la corona inglesa una vez terminada "La guerra de los 7 años", la cual consistió en una serie de conflictos coloniales y comerciales entre franceses y británicos. Los conflictos entre los dos poderíos "concluirían" con el Tratado de París en 1763 en el que se estableció que Francia sedería a Inglaterra todas las colonias de la Nueva Francia, entre ellas Quebec.
A partir de este momento clave y decisivo para la historia de Canadá. . .
Se empezó a gestar un proceso de preservación de la cultura francófona, si bien con la firma del Tratado de Paris no se les obligo a regresar a Francia a estos nuevos colonos, se les condicionó la permanencia en el territorio y el poder conservar el idioma francés, al jurar lealtad a la corona británica.
La herencia francesa ─ la lengua ─ que mantenían los quebequenses y a la cual eran muy fieles, lograba establecer fuertes vínculos sociales entre los habitantes del Quebec, tal como lo describía el periodista Étienne Parent:
Una lengua francesa formada y unificada por las realidades y los intercambios de la vida diaria, pero también una lengua adornada con términos marinos y amerindios tomados a los grandes espacios. En una palabra, la lengua de los canadienses.